Este verano, en el distrito 2202 de Rotary Internacional, estamos viviendo algo verdaderamente especial. Dos camps han abierto sus puertas —y sobre todo sus corazones— a la diversidad en su sentido más profundo. Es el camp de Vela organizado por los clubes rotarios de Cantabria y el camp Sport & Culture organizado por los clubes rotarios Horizon-Talamantes, Banyoles, Roses Empuriabrava, Ripoll y Vic.
En ambos encuentros participan jóvenes con necesidades especiales. Su participación ha sido posible gracias a una cuidadosa adaptación de las actividades, pero sobre todo gracias a la voluntad compartida de hacer del camp un espacio inclusivo, donde cada persona pueda vivir la experiencia plenamente.
La acogida por parte de sus compañeros ha sido emocionante: natural, cálida, generosa. No hay barreras cuando lo que se comparte es la ilusión, el respeto y el deseo de aprender unos de otros. Hemos visto cómo, cuando se rompen prejuicios, florecen amistades sinceras y se crean recuerdos que transforman a todos.
Durante muchos años, a estos encuentros se les ha llamado simplemente camps, y cuando se organizaban para personas con necesidades especiales, recibían la denominación de handycamps. Pero si algo nos enseña esta experiencia es que no necesitamos etiquetas diferentes para vivir la misma inclusión. Es momento de avanzar, y de hacerlo de la mano: debemos dejar atrás definitivamente la nomenclatura handycamps, porque la inclusión no debería necesitar apellidos. Solo necesita voluntad y acción.
Esta experiencia es un testimonio claro del trabajo que impulsa el Comité Distrital de Diversidad, Equidad e Inclusión, y también del firme compromiso del Comité Distrital de Juventud con una participación abierta, igualitaria y enriquecedora para todos los jóvenes.
Más allá de eso, es también un ejemplo inspirador de lo que ocurre cuando los comités distritales trabajan unidos, con un objetivo común: hacer de Rotary un lugar donde nadie quede fuera, donde todos y todas cuenten.
Seguimos avanzando juntos, construyendo un Rotary más humano, más justo y más auténtico. Porque la inclusión no es un reto: es un valor que celebramos, y una realidad que queremos hacer presente en cada proyecto.
Daniel Provedo
Pte. Comité distrital de Juventud
Rotary Club Horizon-Talamantes
