Del 7 al 14 de julio, La Isla de la Torre en Santander se convirtió en el epicentro de una experiencia única y enriquecedora para 17 jóvenes de 15 nacionalidades diferentes. El campamento de vela, organizado por los Clubs Rotarios y Rotaract de Cantabria, combinó actividades náuticas, culturales y deportivas, brindando a los participantes una semana inolvidable.
El corazón del campamento fue la práctica de la vela, guiada por la Real Federación Cántabra de Vela. Los jóvenes no solo aprendieron las técnicas básicas de navegación, sino que también vivieron la emoción de surcar las aguas de la Bahía de Santander, mejorando sus habilidades y fomentando el trabajo en equipo.
Además de la vela, el programa del campamento incluyó una serie de actividades que permitieron a los participantes explorar la riqueza cultural y natural de Cantabria. Las visitas turísticas destacaron por su diversidad, incluyendo la neo cueva de Altamira y el pintoresco pueblo de Santillana del Mar. Gracias al Ayuntamiento de Santander, los jóvenes disfrutaron de un tour guiado por la ciudad con Civitatis y un recorrido en barco por la bahía.
La agenda deportiva se completó con una jornada de equitación en la Yeguada El Pomar, donde los chicos tuvieron la oportunidad de conocer el trabajo con caballos de alta competición. También se organizaron actividades lúdicas como gincanas y dinámicas , Team Building con Takatum......, que fortalecieron la camaradería y el espíritu de grupo entre los participantes.
La experiencia cultural se enriqueció aún más con la visita al Museo Marítimo del Cantábrico y el Planetario, gracias al Proyecto SeaStarlight. Asimismo, los jóvenes disfrutaron de las festividades de la Virgen del Carmen en el Barrio Pesquero, experimentando de primera mano la tradición y la cultura local.
La guinda del campamento fue la visita al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, cortesía del Gobierno de Cantabria, donde los chicos pudieron admirar la biodiversidad y aprender sobre la conservación de especies en un entorno natural privilegiado.
Este campamento no solo permitió a los jóvenes aprender y disfrutar de nuevas experiencias, sino que también promovió el entendimiento y la amistad entre diferentes culturas, reflejando los valores de servicio y camaradería que promueven los Clubs Rotarios y Rotaract de Cantabria.